Los científicos sugieren otra fuente para la condición dolorosa que afecta a nueve mujeres a cada hombre. Aprenda cómo esto puede cambiar la forma en que maneja
En lugar del centro, la periferia: este es el cambio de eje propuesto por un par de investigadores sobre la causa fisiológica de la fibromialgia, un problema crónico que propaga el dolor por todo el cuerpo y afecta a entre el 2 y el 3% de la población brasileña. Según un estudio realizado por los reumatólogos Xavier Caro, Northridge Medical Center and Hospital, y Earl Winter, de la North Central University, ambos en los Estados Unidos, el síndrome estaría más asociado a cambios en las células nerviosas que a un defecto en la piel. Del sistema nervioso central que gestiona la percepción del dolor. La hipótesis rompe el paradigma establecido hasta el momento y trae posibles repercusiones en el tratamiento del trastorno.
Caro y Winter llegaron a esta conclusión después de realizar biopsias en la piel del muslo y la pantorrilla de 41 pacientes con fibromialgia y 47 pacientes sin el síndrome. En el análisis de tejidos, encontraron que los portadores tenían menos fibras nerviosas en la epidermis, lo que estaría en el corazón de la sensación dolorosa constante. Además, observaron un vínculo entre la menor densidad nerviosa y un cambio inmune ya relacionado con enfermedades que también afectan al sistema nervioso periférico, como la esclerosis múltiple.
“Estas observaciones indican que el paradigma actual de la fibromialgia, en el que se considera que la sensibilización central es el principal impulsor del trastorno, requiere modificaciones”, sostienen Caro y Winter. El hallazgo sería una respuesta, dijeron, al hecho de que cientos de sus pacientes se quejan de una sensación de ardor, shock y peso corporal, evidencia de una anomalía nerviosa. Entre estas personas, incluso un abrazo duele. En una entrevista con HEALTH, otros expertos en el tema dicen que es demasiado pronto para decir cuánto cambiará el descubrimiento lo que se sabe sobre el trastorno. Pero hay una cierta convicción de que representa una nueva pieza en el complejo rompecabezas que forma este síndrome.
Hoy en día, la explicación más aceptada del origen del dolor generalizado es una hipersensibilidad del sistema nervioso central. El reumatólogo Rafael Chakr, del Hospital de Clínicas de Porto Alegre, participó en estudios en la Universidad de Indiana en los Estados Unidos, acusados de disfunción cerebral mediante exámenes clínicos. En pacientes con fibromialgia, los analgésicos naturales del cuerpo se reducen, mientras que la sustancia P, asociada con la inflamación y la ansiedad, aparece en niveles elevados. “Este desequilibrio justificaría la amplia gama de manifestaciones, como dolor difuso, fatiga, insomnio, deficiencias de memoria y depresión”, dice la reumatóloga Evelin Goldenberg del Hospital Israelita Albert Einstein en Sao Paulo.
Uno de los opositores de la teoría de Caro y Winter, el profesor Daniel Clauw de la Universidad de Michigan, también en territorio estadounidense, cree que los cambios en los nervios periféricos desempeñarán un papel secundario en la génesis de la fibromialgia. “Es difícil imaginar que la pérdida de fibras nerviosas en la piel podría ser responsable de la fatiga severa, los lapsos de memoria y los trastornos del sueño asociados con el trastorno”, critica el médico, que publicó en el respetado The Journal of American Medical Association Una revisión superior de la investigación sobre la enfermedad desde 1955.
Para Clauw, existe abundante evidencia de que el sistema nervioso central es responsable del desorden que conduce al síndrome, y los hallazgos de Caro y Winter serían más una consecuencia que la causa del problema. “Incluso pueden ser el resultado de la falta de acondicionamiento muscular que generalmente ocurre en estos pacientes debido al dolor y la fatiga”, agrega el reumatólogo Eduardo Paiva, jefe de la Clínica de Fibromialgia para pacientes ambulatorios del Hospital de Clínicas de la Universidad Federal de Paraná.
Pero… y en la práctica?
Incluso sin saber con certeza si la pérdida de las fibras nerviosas es causa o efecto, el hallazgo tiene el potencial de alterar los conductos de control del trastorno. “Ahora tenemos nueva información para personalizar aún más el tratamiento”, dice Chakr. El plan terapéutico para silenciar el síndrome debe ser tan completo como sus síntomas. Por lo tanto, los médicos pueden prescribir analgésicos, antidepresivos, anticonvulsivos, así como terapia cognitivo-conductual y actividad física regular. Si en el futuro confirmamos que el paciente tiene un trastorno más periférico, sería posible buscar (y apelar a) soluciones más enfocadas en los nervios superficiales que en el sistema nervioso central, como métodos basados en la estimulación eléctrica. Ver también
Hoy en día, a pesar del difícil control, una buena parte de las personas con fibromialgia logra obtener la cura funcional, cuando los síntomas dejan de encarcelar la calidad de vida. Pero todo depende de un diagnóstico preciso, algo que no siempre sucede. El Colegio Americano de Reumatología redefinió, hace tres años, los criterios que se ajustan a un paciente como portador del síndrome. Los parámetros actuales implican la presencia de dolor durante más de tres meses en diferentes áreas del cuerpo, acompañadas de fatiga, trastornos del sueño y de la memoria o incluso problemas gastrointestinales. “Es importante que la consulta sea larga y muy detallada, incluso porque el trauma psicológico favorece la aparición de la fibromialgia”, dice Evelin. De hecho, no son algunas piezas de este rompecabezas. Afortunadamente, desde el escritorio del científico hasta la oficina del reumato,
Entrenamiento terapeutico
La práctica regular del ejercicio leve o moderado ya es parte del tratamiento de la fibromialgia. Las modalidades más recomendadas son las actividades aeróbicas de bajo impacto, como nadar, caminar y estirarse. Según el reumatólogo Rafael Chakr, minimizan la sensación de dolor porque ayudan a reequilibrar el desajuste neuroquímico detrás del síndrome. No solo eso: mantener el cuerpo activo dribla a la rigidez muscular y mejora el patrón de sueño. Pero no sirve de nada si lo superas. Las exageraciones solo empeoran las cosas.
El diagnóstico ha cambiado.
Hasta hace poco, el médico tenía que palpar 18 puntos dolorosos alrededor del cuerpo para detectar la fibromialgia. Eso se vino abajo. Hoy en día, se tienen en cuenta los siguientes factores:
- Dolor difuso en cinco a siete partes del cuerpo durante más de tres meses
- Fatiga cronica
- Problemas de memoria y concentración.
- Insomnio y sueño inquieto.
- Diarrea frecuente o estreñimiento
- Urgencia constante por orinar
- Sudoración excesiva
- Sensibilidad al frío.
Las partes de fibromialgia
Ver las condiciones fisiológicas, psicológicas y ambientales que pueden culminar en el síndrome.
Estrés y traumas
Los términos de relaciones, pérdidas, accidentes profesionales, problemas en el hogar, traumas infantiles y accidentes automovilísticos que afectan la región del cuello sirven como desencadenantes del trastorno o su empeoramiento.
Sensibilización central
Las personas con fibromialgia tienen una alteración neuroquímica en el sistema nervioso central, lo que aumenta la percepción del dolor. Tienen menos sustancias que inhiben esta sensación y más moléculas encargadas de amplificarla.
Trastornos psíquicos
La depresión y la ansiedad son comunes en los pacientes con el síndrome y pueden desencadenarla y ser una consecuencia del dolor crónico y la fatiga.
Fibras menos nerviosas
Según el nuevo estudio estadounidense, los pacientes con la afección tienen una menor densidad de fibras nerviosas en la epidermis, lo que ayudaría a explicar los dolores constantes que surgen después de un ligero toque en la piel.
Conspiraciones del medio ambiente.
El trastorno puede dar caras después de infecciones bacterianas y virales. Además, sus portadores son más sensibles al frío, la humedad, el exceso de esfuerzo y las oscilaciones hormonales.